Corrosión de los discos de freno en un coche usado, ¿es motivo de preocupación?
¿Es motivo de preocupación la corrosión de los discos de freno en un coche usado? Como siempre, todo depende de varios factores.
En el artículo:
Corrosión de los discos de freno
El disco de freno se oxida con mayor frecuencia en estos lugares
Una dolencia común: discos oxidados
¿Cuándo se convierte la corrosión en un problema?
¿Cómo protegerse de la corrosión?
Al menos una vez en la vida, la mayoría de los conductores han visto una capa oxidada en el disco de freno de su coche. Basta con una parada más prolongada con más lluvia. Y en tal situación ya podemos observar la oxidación de la superficie del metal. ¿Es siempre motivo de preocupación para el conductor?
Corrosión de los discos de freno
Los discos de freno están fabricados principalmente en hierro fundido, por lo que su corrosión es un fenómeno natural provocado por las propiedades de este material. Las superficies de fricción de los discos pueden quedar cubiertas por una fina capa de óxido que, sin embargo, no afecta al funcionamiento de los frenos. Durante la primera frenada tras una parada, este óxido suele eliminarse, recuperando la plena funcionalidad del disco. Lo único que puede llegar a nuestros oídos es un aumento de la fricción, que debería remitir tras un máximo de varias frenadas. Los fabricantes de piezas de automóvil utilizan diversos métodos para proteger los discos de la corrosión. Esto incluye la aplicación de una capa de grasa o aceite, que es eficaz hasta su instalación.
El disco de freno se oxida en estos lugares con mayor frecuencia
La corrosión del disco de freno en un coche usado puede aparecer en los bordes del elemento y su superficie delantera. En estas zonas, no hay contacto directo con la pastilla de freno, por lo que el óxido no se elimina mecánicamente y puede afectar a la estética y a la generación de polvo por el material oxidante. Si la corrosión se vuelve avanzada, puede provocar el bloqueo de los canales de ventilación del disco, lo que puede provocar un sobrecalentamiento.
Algunos conductores deciden tomar medidas cuando notan corrosión en los bordes del disco de freno. La mayoría de las veces, una de las ideas es intentar eliminar la corrosión del disco de freno de forma manual o mecánica. Algunos coches usados tienen un valor tan bajo que comprar discos y pastillas nuevos es una gran inversión. Por eso, la gente decide lijar el óxido por su cuenta. Sin embargo, es importante recordar que de esta forma podemos dañar fácilmente el disco. En primer lugar, puede provocar su descentramiento axial al frenar. Por lo tanto, este tipo de actividades deben abordarse con mucha precaución.
Un problema de los talleres de reparación: discos oxidados
La corrosión de los discos de freno en un coche usado es algo habitual en los talleres de reparación de coches. En función del grado de degradación de este componente, se puede estimar teóricamente el interés que despierta el vehículo. Si la capa de óxido de los discos es muy grande, es probable que el coche atraiga un interés moderado. Sobre todo porque no ha sido probado.
En ocasiones, el sistema de frenos de los coches de colección es muy antiguo, sobre todo en los coches clásicos que no están necesariamente en condiciones de laboratorio. En esta situación, antes del inicio de la temporada o de una prueba de conducción, suele ser necesario invertir en un nuevo juego de discos, pastillas y líquido de frenos.
¿Cuándo se convierte la corrosión en un problema?
Una corrosión más profunda que haya penetrado en la estructura del disco puede provocar un rápido desgaste de las pastillas de freno e incluso un funcionamiento incorrecto del sistema de frenos. En tal caso, es necesario sustituir el disco de inmediato. Esto es especialmente importante en el caso de coches que llevan mucho tiempo sin utilizarse, por ejemplo, en los concesionarios de coches antes mencionados.
¿Cómo protegerse de la corrosión?
El fenómeno de la corrosión de los discos de freno es cada vez más raro gracias a los métodos de protección modernos que utilizan los fabricantes. Algunos discos están recubiertos con pintura anticorrosión, que proporciona una protección a largo plazo contra la corrosión, sin necesidad de desengrasar antes del montaje. Estos métodos son utilizados, entre otros, por Rotinger. Hay que recordar que la inspección periódica del estado de los discos, especialmente después de una parada prolongada en condiciones húmedas o invernales, es fundamental para mantenerlos en buen estado.
La corrosión de los discos de freno no siempre es motivo de preocupación. Es fundamental comprender cuándo se trata de un fenómeno natural que no afecta a la seguridad y cuándo supone una amenaza real para el funcionamiento del sistema de frenos. La inspección y el mantenimiento sistemáticos son la mejor manera de garantizar que nuestro coche siga siendo seguro y eficiente.
En caso de que la corrosión en el disco de freno de un coche usado esté tan avanzada que sea necesario sustituirlo, Rotinger dispone de una amplia cartera de referencias. Podemos encontrar componentes para la mayoría de los coches que circulan por las carreteras europeas.
Las modernas tecnologías empleadas en el proceso de producción de los discos de freno Rotinger reducen al máximo la oxidación del metal. Gracias a ello, el único motivo para cambiar el disco por uno nuevo es el desgaste mecánico de éste y de las pastillas de freno.
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