Conducir en la montaña, ¿cómo cuidar los frenos?
Solo tienes que seguir estas reglas
El terreno montañoso requiere adaptar el estilo de conducción a las condiciones actuales. Conducir en la montaña también significa saber utilizar los frenos. Hoy presentamos reglas que vale la pena tener en cuenta al viajar a dichas zonas.
En este artículo:
Observación y planificación
Conducir en la montaña, ¿cómo cuidar los frenos?
Reducir la marcha es la clave del éxito
Conducir en la montaña con transmisión automática
¿Qué hacer cuando fallan los frenos?
Polonia está dominada por el paisaje agrícola, que representa hasta el 60% de la superficie del país. Por lo tanto, cada día viajamos principalmente por terrenos llanos. Si a esto le sumamos el hecho de que los vehículos pasan la mayor parte de su vida automotriz en aglomeraciones, es difícil hablar de una amplia experiencia en la conducción en la montaña. ¿Cómo cuidar los frenos durante un viaje a Zakopane o a las montañas Karkonosze?

Observación y planificación
Conducir en atascos reduce nuestro campo de visión al volante. Centramos nuestra atención en los vehículos que nos rodean, miramos el paso de peatones o los semáforos más cercanos. Conducimos más bien despacio, sin sobrecargar el sistema de frenos. La situación cambia cuando salimos de la ciudad y llegamos a una zona con alturas variables.
Las carreteras de montaña con curvas requieren que el conductor observe y planifique las maniobras con mucha más antelación. Debemos anticiparnos y adaptarnos a la situación. El nivel de adherencia de la carretera puede cambiar literalmente con cada curva. Este es un fenómeno común, especialmente en invierno. En esta situación, conducir por la montaña te enseña a cuidar los frenos.
Debemos planificar nuestro recorrido de conducción teniendo en cuenta las dos o, mejor aún, tres curvas más cercanas. Presta atención a la arena, la nieve o el agua que fluyen por la carretera, que pueden cambiar la tracción en un segundo. Utilizar el freno con habilidad es la base de una conducción segura.
Conducir en la montaña, ¿cómo cuidar los frenos?
Los conductores de camiones lo tienen mucho más fácil en terreno montañoso. Conducir por la montaña con un conjunto tractor-remolque o un autobús es más fácil que conducir un turismo o un autobús. Las máquinas pesadas están equipadas con un retardador, un mecanismo que ayuda a frenar el camión y al mismo tiempo le permite mantener una velocidad constante en la bajada. Los frenos se utilizan entonces con suavidad o solo para detenerse. De esta manera, evitamos el fenómeno del sobrecalentamiento de los frenos y la imposibilidad total de detener el vehículo con este sistema.
Los conductores de autobuses y turismos se encuentran en una situación un poco más difícil porque no hay retardador a bordo. En este caso, conducir por la montaña requiere una técnica de conducción diferente. El frenado del motor mediante una hábil reducción de marcha resulta útil.
Conducir en una marcha más baja en una pendiente ayuda a reducir la aceleración debida a la gravedad. Entonces solo podemos controlar suavemente el ritmo de la bajada, sin mantener el pie constantemente en el freno.
La reducción de marcha es la clave del éxito
Los discos de freno y las pastillas de freno generan calor cuando se rozan entre sí. Al circular por la ciudad, cuando utilizamos los frenos para reducir la velocidad o parar el vehículo en un atasco, la cantidad de calor que se genera es en la mayoría de los casos marginal.
Conducir por la montaña somete a un mayor esfuerzo al sistema de frenado. Si frenamos a menudo y con fuerza, el confort de conducción se verá afectado, al igual que nuestros frenos. En situaciones extremas, las pastillas de freno pueden volverse vidriosas y el disco puede sobrecalentarse. A los problemas se suma el líquido de frenos hervido. Un pedal de freno blando, un olor intenso a frenos y una eficacia de frenado reducida son síntomas de problemas.
Por eso es tan importante reducir de marcha al bajar una pendiente. Los vehículos con caja de cambios manual lo tienen más fácil porque el conductor decide qué marcha utilizar. En condiciones óptimas, se puede completar este tramo de la ruta sin tocar el freno y respetando todas las normas de seguridad.
Podemos adoptar una regla según la cual si subimos la pendiente en 3ª marcha, la bajada también debe hacerse en 3ª marcha. Es importante que la relación de marchas cree suficiente resistencia para evitar que el vehículo acelere.
Conducir por la montaña con una caja de cambios automática
Los usuarios de cajas de cambios automáticas tienen que abordar esto de forma ligeramente diferente. Existen varios tipos de mecanismos en el mercado. Los diseños modernos tienen a su disposición un modo de cambio de marchas manual. Mediante el selector de dirección de marcha o las levas del volante, podemos reducir la marcha de forma muy similar a conducir por la montaña con una caja de cambios manual.
Existen otras posibilidades en los diseños más antiguos. Además de los símbolos estándar P, R, N, D, también encontramos los números 3,2,1. Al seleccionar uno de ellos, la caja de cambios solo funcionará en esa marcha. Esto puede ser muy útil al descender una pendiente. En esta situación, la caja de cambios comienza a funcionar de forma muy similar a una transmisión manual y ayuda al conductor a mantener una velocidad constante cuesta abajo.
¿Qué hacer cuando fallan los frenos?
Conducir por la montaña a veces significa problemas con el sistema de frenos. ¿Qué hacer cuando fallan los frenos? Tenemos varias opciones. En el caso de una caja de cambios manual, se trata, por supuesto, de una reducción gradual de las relaciones de transmisión hasta perder velocidad. Por supuesto, siempre que la situación de la carretera y la ruta lo permitan. Lo mismo se debe hacer con el cambio automático.
La situación se complica cuando tenemos una pendiente pronunciada por delante. Entonces conviene encender las luces de emergencia y, si tenemos tiempo, también las señales sonoras. Y como un esquiador en una pendiente, mover el coche en zigzag desde el borde izquierdo al derecho de la carretera para minimizar la aceleración del coche. Puedes probar a utilizar el freno de mano. En situaciones extremas, recomendamos subir una pendiente u otra colina para perder velocidad.
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